Introducción a la teoría económica
- Erich Martinez
- 29 may 2024
- 9 Min. de lectura
La teoría económica, más allá de ser un conjunto de modelos matemáticos, gráficos y términos complejos, es una rama de conocimiento que resulta de especial atención para individuos, líderes empresariales y gobiernos, al ser la base sobre la cual se construyen las estrategias empresariales y sociales, que pretenden resolver el conflicto entre los deseos casi ilimitados de los individuos por los bienes y servicios que requieren para satisfacer sus necesidades y los recursos limitados con que se cuenta y que pueden utilizarse para satisfacerlos. Es por esto, que la economía se podría entender como el estudio de la forma en que los individuos deciden acerca de que producir, como hacerlo y para quien, dados unos recursos escasos y limitados (Fischer at al, 1992).

La teoría económica, ofrece un marco para entender cómo funcionan los mercados y las economías tanto a nivel macro[1] como micro[2], permitiendo a individuos, empresas y gobiernos tomar decisiones informadas, prever cambios económicos, mitigar riesgos potenciales y entender conceptos como la oferta, la demanda, el costo de oportunidad y la eficiencia del mercado.
La teoría económica influye en cada aspecto de nuestras vidas, desde decisiones individuales hasta políticas globales de comercio internacional y sostenibilidad ambiental. A nivel personal, conceptos económicos como el ahorro, la inversión y el consumo están presentes en cómo gestionamos nuestras finanzas personales. Cada decisión sobre qué comprar o no, cuánto ahorrar para el retiro o cómo invertir en educación está enmarcada dentro de los principios de costo de oportunidad y eficiencia marginal.
En el ámbito empresarial, la teoría económica guía a los líderes en la toma de decisiones estratégicas como fijación de precios, expansión de mercado, y gestión de recursos. Por ejemplo, la comprensión de las curvas de demanda y oferta permite a las empresas decidir cuánto producir y a qué precio vender para maximizar sus beneficios. Además, la teoría de juegos y la competencia perfecta ayudan a los empresarios a prever las acciones de la competencia y adaptar sus estrategias en consecuencia.
A nivel social y de país, la economía juega un papel crucial en la formulación de políticas públicas. Los gobiernos aplican principios económicos para diseñar políticas fiscales y monetarias que promuevan el crecimiento económico, la estabilidad de precios y la reducción del desempleo. Por ejemplo, durante una recesión, un gobierno puede aplicar políticas para aumentar el gasto público y reducir las tasas de interés, estimulando así la demanda y la actividad económica.
A nivel regional, la teoría económica ayuda a entender dinámicas económicas como los bloques comerciales y las zonas de libre comercio. Estos acuerdos son cruciales para fomentar el comercio y la inversión entre países, permitiendo a las regiones competir efectivamente en el mercado global.
A nivel continental y mundial, la economía estudia fenómenos como la globalización, las crisis financieras internacionales y el comercio internacional. Entender cómo las economías están interconectadas ayuda a los líderes y organismos internacionales a coordinar políticas que manejen efectivamente los desafíos globales como las crisis económicas, el cambio climático y las pandemias.
Además de estar presente en muchos aspectos de la vida y la cotidianidad de los individuos como se ha señalado en los anteriores apartes, la economía es dinámica y por lo mismo ha evolucionado a lo largo del tiempo. Desde los principios de la economía clásica con Adam Smith, hasta las teorías contemporáneas de Keynes y Friedman, cada período ha aportado nuevas ideas y enfoques para entender y gestionar la economía. Esta evolución refleja los cambios en las necesidades y problemas de la sociedad, adaptando las teorías y políticas económicas a las circunstancias actuales. Como lo señala Vargas (2006), la teoría económica no es un cuerpo estático terminado, listo para su aplicación a casos concretos. Es un cuerpo de conocimientos que están en constante elaboración. Mas aun, esta confirmada por paradigmas y modelos teóricos de la economía los cuales en muchos aspectos están en conflicto.
La ciencia económica y sus practicantes, los economistas, han sido objeto de críticas significativas a lo largo del tiempo, las cuales emergen de diversas fuentes y se basan en varios aspectos de la teoría y la práctica económica, como, por ejemplo:
a. Predicciones inexactas. Muchas veces, las predicciones económicas no se cumplen, debido a la complejidad de las variables económicas y a la dificultad de predecir comportamientos humanos y eventos inesperados, como crisis financieras o pandemias.
b. Modelos simplificados. Los modelos económicos suelen simplificar la realidad para hacerla manejable, omitiendo a veces factores importantes, lo que puede llevar a conclusiones erróneas.
c. Ideologías y políticas. La economía está a menudo vinculada a políticas públicas y decisiones gubernamentales, cuyas recomendaciones y practicas pueden estar influenciadas por ideologías políticas, lo que genera desconfianza en su objetividad y en su independencia.
d. Desigualdad y justicia social. Algunas políticas económicas propuestas por economistas son vistas como favorecedoras de ciertas clases sociales o grupos económicos, lo que genera críticas desde perspectivas de justicia social y equidad.
e. Impacto humano. Las decisiones basadas en teorías económicas pueden tener consecuencias significativas en la vida de las personas. Cuando estas decisiones resultan en desempleo, recortes en servicios sociales o aumentos en la pobreza, los economistas y sus recomendaciones son fuertemente criticados.
f. Falta de consenso. Dentro de la misma comunidad económica, hay desacuerdos significativos sobre cómo resolver ciertos problemas, lo cual puede generar desconfianza entre el público y los responsables de políticas.
g. Comunicación y comprensión pública. A menudo, los economistas tienen dificultades para comunicar conceptos complejos de manera que el público general pueda entenderlos, lo cual puede llevar a malentendidos y desconfianza en la ciencia económica.
h. Crisis económicas. Después de eventos como la gran depresión o la crisis financiera de 2008, se cuestiona la capacidad de la ciencia económica para prever y prevenir tales crisis, lo que genera críticas sobre su utilidad y efectividad.
Estas discrepancias entre los economistas se pueden clasificar en dos enfoques (Fischer at al, 1992):
a. La economía positiva que busca explicaciones objetivas o científicas del funcionamiento de una economía; se ocupa de lo que es o podría ser, considerando hechos y datos observables y verificables. Por ejemplo:
Si el gobierno incrementa el impuesto al consumo de cigarrillos en un 20%, se espera que la demanda de cigarrillos disminuya en un 10%.
Este es un enunciado positivo porque se basa en un análisis de causa y efecto que puede ser verificado empíricamente a través de datos y estudios económicos.
b. La economía normativa que ofrece prescripciones para la acción basadas en juicios de valor personales; se ocupa de lo que debería ser. Se basa en opiniones y valores subjetivos sobre lo que es deseable. Por ejemplo:
El gobierno debería incrementar el impuesto al consumo de cigarrillos en un 20% para reducir el consumo de tabaco y mejorar la salud pública.
Este es un enunciado normativo porque incluye un juicio de valor sobre lo que el gobierno debería hacer para lograr un objetivo deseado, que en este caso es mejorar la salud pública.
La diferencia clave entre ambos ejemplos es que el primero describe una relación causa-efecto observable (economía positiva), mientras que el segundo emite una recomendación basada en un juicio de valor (economía normativa).
Las críticas son parte de un debate saludable que busca mejorar la disciplina y hacerla más relevante y útil para abordar los problemas económicos reales que enfrenta la sociedad. Sobre este particular, resulta importante resaltar lo expuesto por Angus Stewart Deaton economista británico y premio nobel de economía 2015, en un artículo titulado: Questioning one’s views as circumstances evolve can be a good thing [3], en el cual manifiesta la necesidad de reconsiderar varios aspectos fundamentales de la ciencia económica a la luz de las nuevas realidades económicas, políticas y sociales, observando como el exceso de confianza en los mercados financieros, la falta de atención en la ética y el bienestar humano, y la obsesión por la eficiencia sobre la justicia social, nos ha alejado del propósito del bien común y colectivo, cuestionando además, la efectividad de los métodos empíricos actuales a través de los cuales se busca abordar los problemas de la economía y abogando por una mayor humildad y reconocimiento de perspectivas alternativas, que demandan más que nunca por parte de los economistas considerar los siguientes aspectos (Deaton, 2024):
a. Poder. El énfasis en las virtudes de los mercados libres y competitivos y del cambio técnico exógeno[4], puede distraernos de la importancia del poder para fijar precios y salarios, elegir la dirección del cambio técnico e influir en la política para cambiar las reglas del juego. Sin un análisis del poder, es difícil entender la desigualdad o muchas otras cosas en el capitalismo moderno.
b. Filosofía y ética. Desde Adam Smith y Karl Marx hasta John Maynard Keynes, Friedrich Hayek e incluso Milton Friedman, en gran medida hemos dejado de pensar en la ética y en lo que constituye el bienestar humano. Somos tecnócratas[5] que nos centramos en la eficiencia. Recibimos poca formación sobre los fines de la economía, sobre el significado del bienestar o sobre lo que dicen los filósofos sobre la igualdad. Cuando nos presionan, normalmente recurrimos a un utilitarismo[6] basado en los ingresos. A menudo equiparamos el bienestar con el dinero o el consumo, perdiendo mucho de lo que le importa a la gente. En el pensamiento económico actual, los individuos importan mucho más que las relaciones entre las personas en familias o comunidades.
c. La eficiencia. Es importante, pero la valoramos por encima de otros fines. Muchos suscriben la definición de economía de Lionel Robbins como la asignación de recursos escasos entre fines en competencia o la versión más fuerte que dice que los economistas deberían centrarse en la eficiencia y dejar la equidad a otros, a los políticos o administradores. Pero las otras generalmente no se materializan, de modo que cuando la eficiencia va acompañada de una redistribución hacia arriba, nuestras recomendaciones se convierten en poco más que una licencia para el saqueo. Keynes escribió que el problema de la economía es conciliar la eficiencia económica, la justicia social y la libertad individual. Somos buenos en lo primero, y la veta libertaria en economía empuja constantemente a lo último, pero la justicia social puede ser una idea de último momento. Después de que los economistas de izquierda aceptaron la deferencia de la Escuela de Chicago hacia los mercados, la justicia social quedó subordinada a los mercados, y la preocupación por la distribución fue anulada por la atención al promedio, a menudo descrito sin sentido como el “interés nacional”.
d. Métodos empíricos. La revolución en la credibilidad de la econometría[7] surgió como una reacción a la identificación de mecanismos causales que a menudo eran controvertidos e increíbles. Sin embargo, los métodos aprobados hoy, como los ensayos controlados aleatorios, las diferencias en diferencias o los diseños de discontinuidad de regresión, tienden a centrarse en efectos locales y a ignorar mecanismos importantes, pero de acción lenta con retrasos largos y variables. Los historiadores, que entienden la contingencia y la causalidad múltiple y multidireccional, a menudo identifican mejor mecanismos importantes, plausibles e interesantes, aunque no cumplan con los estándares estrictos de la economía aplicada moderna.
e. Humildad. A menudo estamos demasiado seguros de que tenemos razón. La economía ofrece herramientas potentes que pueden dar respuestas claras, pero dependen de supuestos que no siempre son válidos. Es importante reconocer que casi siempre hay perspectivas diferentes y aprender a elegir entre ellas.
En el mundo contemporáneo, las percepciones y enfoques económicos están en constante evolución, reflejando tanto los logros como las deficiencias de la disciplina. Los puntos señalados por Deaton representan una autocrítica profunda y un llamado a reevaluar algunos de los principios fundamentales y las implicaciones éticas de las políticas económicas actuales. Sea esta la oportunidad para entender, analizar y evolucionar el pensamiento económico, que, como he mencionado en otros escritos, debe servir de referente y no como verdad absoluta para la toma de decisiones, recordando que mirar hacia atrás no es renunciar a avanzar, sino aprender para progresar, sin caer en el error de quedarse en el pasado.
Notas.
[1] El termino macro hace referencia a la macroeconomía que estudia el funcionamiento de la economía en su conjunto. Su centro de atención es la producción total de bienes y servicios y las variaciones del nivel medio de precios. (Fisher at al, 1992).
[2] El termino micro hace referencia a la microeconomía que estudia la conducta económica de los agentes económicos individuales (principalmente de las economías domesticas y las empresas) y de mercados e industrias específicos. (Fisher at al, 1992).
[3] Traducción al español: “Cuestionar las propias opiniones a medida que evolucionan las circunstancias puede ser algo bueno”.
[4] El termino exógeno se refiere a todos aquellos aspectos externos sobre los cuales no se tiene control y que influyen en una determinada actividad.
[5] El término "tecnócrata" se refiere a una persona que tiene conocimientos técnicos y científicos especializados y que aplica estos conocimientos en la administración pública, la gestión de políticas económicas o la toma de decisiones en el gobierno. Los tecnócratas son conocidos por basar sus decisiones y políticas en datos, análisis científicos y evidencia empírica en lugar de en consideraciones políticas, ideológicas o partidistas.
[6] El utilitarismo es una teoría ética y filosófica que sostiene que la mejor acción o política es aquella que maximiza la felicidad o el bienestar general de la mayor cantidad de personas. En economía, el utilitarismo se aplica para evaluar políticas y decisiones económicas basándose en su capacidad para aumentar el bienestar total de la sociedad.
[7] La econometría es una rama de la economía que utiliza métodos estadísticos y matemáticos para analizar datos económicos y probar teorías económicas. Su objetivo principal es dar sentido a los datos económicos, permitiendo a los economistas y a los responsables de políticas económicas hacer inferencias sobre relaciones económicas, predecir futuros eventos económicos y evaluar el impacto de diferentes políticas económicas.
Referencias.
Comín, F. (2014). Historia económica mundial. De los origenes a la actualidad. Madrid: Alianza Editorial S.A.
Deaton, A. (Marzo de 2024). Questioning one’s views as circumstances evolve can be a good thing. Obtenido de Finance & Development. International Monetary Fund: https://www.imf.org/en/Publications/fandd/issues/2024/03/Symposium-Rethinking-Economics-Angus-Deaton
Fisher, S., Dornbusch, R., & Schmalensee, R. (1992). Economia. México: MacGraw Hill.
Mankiw, N. (2012). Principios de economía. México: Cengage Learning Editores.
Parkin, M. (2018). Economía. México: Pearson Education.
Vargas Sánchez, G. (2006). Introducción a la teoría economica. Un enfoque latinoamericano. México: Pearson Education.


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