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Principios económicos

  • Erich Martinez
  • 29 may 2024
  • 7 Min. de lectura

Los principios económicos proporcionan el marco teórico y las herramientas analíticas necesarias para abordar y responder a las tres preguntas fundamentales de la economía que se han analizado: ¿qué producir?, ¿cómo producir? y ¿para quién producir? Estos principios guían la toma de decisiones al ofrecer un entendimiento claro de cómo los recursos limitados pueden ser asignados de manera eficiente para maximizar el bienestar de la sociedad.

 

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Al decidir qué producir, los principios de racionalidad y coste de oportunidad permiten a los productores y a los responsables de políticas evaluar las alternativas y seleccionar aquellas que ofrecen mayores beneficios netos a la sociedad. Las decisiones informadas sobre qué bienes y servicios deben ser producidos ayudan a satisfacer las necesidades y deseos de los individuos, fomentando así el crecimiento económico y el desarrollo sostenible.

 

En cuanto a cómo producir, los principios económicos como la ley de la oferta y la demanda, junto con los incentivos, ayudan a determinar los métodos y procesos de producción más eficientes. Esto incluye la elección de tecnologías, la organización de la producción y la optimización de los recursos. Al aplicar estos principios, las empresas pueden reducir costos, aumentar la productividad y minimizar el impacto ambiental, contribuyendo a una economía más competitiva y sostenible.

 

Finalmente, al decidir para quién producir, los principios relacionados con la distribución del ingreso y la equidad juegan un papel crucial. La comprensión de cómo se distribuyen los beneficios de la producción entre diferentes grupos de la sociedad permite diseñar políticas que promuevan una distribución más justa y equitativa. Esto incluye el uso de políticas fiscales y de bienestar social para garantizar que todos los individuos tengan acceso a los bienes y servicios básicos, mejorando así el nivel de vida general y reduciendo la desigualdad.

 

En conjunto, estos principios que se listaran más adelante no solo ayudan a resolver las preguntas fundamentales de la economía, sino que también aseguran que las decisiones tomadas sean efectivas y justas. La aplicación de estos principios fomenta una economía donde los recursos se utilizan de manera óptima, el crecimiento es sostenible y el bienestar de todos los miembros de la sociedad se ve incrementado. Este enfoque integral permite a los responsables de políticas y a las empresas navegar las complejidades de la economía moderna, adaptarse a cambios y desafíos, y crear un futuro más próspero y equitativo.

 

A continuación, se clasifican y enumeran estos principios, con base en los criterios de toma de decisiones, interacción entre los individuos y funcionamiento de la economía planteados por Mankiw (2012):

 

a. Con base en la toma decisiones:

 

Principio 1: Las personas enfrentan disyuntivas. Este principio se refiere a la idea de que para obtener algo, generalmente se debe renunciar a otra cosa. En otras palabras, las decisiones implican trade-offs[1]. Por ejemplo, si una persona decide gastar su tiempo libre estudiando para un examen, está renunciando al tiempo que podría haber pasado relajándose o trabajando. En economía, los recursos (tiempo, dinero, esfuerzo) son limitados, y, por lo tanto, elegir una opción significa que otras opciones quedan descartadas.

 

Ejemplo: Un gobierno puede enfrentar la disyuntiva entre gastar en defensa militar o en educación. Incrementar el presupuesto de defensa podría implicar menos recursos disponibles para la educación.

 

Principio 2: El costo de una cosa es aquello a lo que se renuncia para obtenerla. Conocido como costo de oportunidad, este principio establece que el verdadero costo de algo es lo que se sacrifica para obtenerlo. No se trata solo del costo monetario, sino también de lo que se deja de hacer con esos recursos.

 

Ejemplo: Si decides gastar $100 en un concierto, el costo de oportunidad es lo que podrías haber hecho con esos $100, como comprarte un libro o ahorrar para el futuro.

 

Principio 3: Las personas racionales piensan en términos marginales. Este principio sostiene que los individuos racionales toman decisiones comparando beneficios adicionales (marginales) con costos adicionales (marginales). En lugar de considerar el costo total, las decisiones se basan en cambios incrementales. Esto es fundamental en la toma de decisiones económicas.

 

Ejemplo: Una empresa decide producir una unidad adicional de un producto si el ingreso adicional que obtendrá (ingreso marginal) es mayor que el costo adicional de producir esa unidad (costo marginal).

 

Principio 4: Las personas responden a los incentivos. Este principio se refiere a la idea de que los comportamientos cambian cuando los costos o beneficios cambian. Los incentivos pueden ser tanto positivos (recompensas) como negativos (castigos). Los incentivos juegan un papel crucial en la economía al influir en las decisiones de individuos y empresas.

 

Ejemplo: Si el gobierno aumenta los impuestos sobre los cigarrillos, el precio más alto desincentiva a las personas a comprar cigarrillos, reduciendo así el consumo.

 

b. Con base en la interacción de los individuos:

 

Principio 5: El comercio puede mejorar el bienestar de todos. Este principio sugiere que el comercio permite a los individuos y países especializarse en la producción de bienes y servicios en los que tienen una ventaja comparativa. La especialización y el comercio resultante permiten a las partes involucradas disfrutar de una mayor variedad de bienes y servicios a precios más bajos, lo que aumenta el bienestar general.

 

Ejemplo: Si un país A puede producir vino más eficientemente que el país B, y el país B puede producir telas más eficientemente que el país A, ambos países pueden beneficiarse comerciando vino y telas. Ambos obtendrán más bienes por menos esfuerzo del que requeriría producir ambos bienes por sí mismos.

 

Principio 6: Los mercados normalmente son un buen mecanismo para organizar la actividad económica. Este principio se basa en la idea de que los mercados libres, a través del mecanismo de precios, son eficientes para organizar la producción y distribución de bienes y servicios. En un mercado competitivo, los precios reflejan tanto el valor de los bienes para los consumidores como el costo de producirlos. Esto guía a los productores y consumidores a tomar decisiones que maximizan el bienestar general.

 

Ejemplo: En un mercado de alimentos, los precios de las frutas y verduras se ajustan según la oferta y la demanda. Si hay una alta demanda de manzanas y baja oferta, el precio sube, incentivando a los productores a plantar más manzanas. Esto eventualmente equilibra la oferta y la demanda.

 

Principio 7: Algunas veces el gobierno puede mejorar los resultados del mercado. Este principio reconoce que los mercados no siempre son perfectos y pueden fallar en ciertas circunstancias, como en presencia de externalidades (costos o beneficios no reflejados en los precios de mercado) o en la provisión de bienes públicos. En estos casos, la intervención del gobierno puede mejorar la eficiencia y equidad de los resultados económicos.

 

Ejemplo: Un ejemplo clásico es la contaminación. Las empresas que contaminan el medio ambiente no tienen incentivos para reducir la contaminación porque no pagan por el daño que causan. El gobierno puede imponer impuestos sobre las emisiones o regular la contaminación para corregir esta falla del mercado y reducir el daño ambiental.

 

c. Con base en el funcionamiento de la economía en su conjunto:

 

Principio 8: El nivel de vida de un país depende de la capacidad que éste tenga para producir bienes y servicios. Este principio indica que la prosperidad económica de un país está directamente relacionada con su productividad, es decir, su capacidad para producir bienes y servicios de manera eficiente. Cuanto más productivo es un país, mayor es su capacidad para generar ingresos y mejorar el bienestar de su población.

 

Ejemplo: Países con alta productividad, como Alemania o Japón, suelen tener altos niveles de vida porque sus economías pueden producir una gran cantidad de bienes y servicios de alta calidad. Esto se traduce en mayores ingresos y mejor acceso a bienes y servicios para sus ciudadanos.

 

Principio 9: Cuando el gobierno imprime demasiado dinero los precios aumentan. Este principio se refiere al fenómeno de la inflación, que ocurre cuando hay un exceso de dinero en circulación en la economía. Cuando el gobierno imprime demasiado dinero, aumenta la oferta monetaria, lo que puede disminuir el valor del dinero y elevar los precios de los bienes y servicios, ya que hay más dinero persiguiendo la misma cantidad de productos.

 

Ejemplo: Un caso notable de hiperinflación fue el de Zimbabue a finales de la década de 2000, donde la excesiva impresión de dinero llevó a una inflación galopante, con precios que aumentaban a ritmos extremadamente altos, lo que devastó la economía del país.

 

Principio 10: La sociedad enfrenta a corto plazo, una disyuntiva entre inflación y desempleo. Este principio se relaciona con la curva de Phillips, que muestra una relación inversa entre la inflación y el desempleo en el corto plazo. Cuando el desempleo es bajo, la demanda de bienes y servicios aumenta, lo que puede llevar a un aumento de los precios (inflación). Por el contrario, cuando el desempleo es alto, la demanda disminuye y la inflación tiende a bajar.

 

Ejemplo: Durante la década de 1960 en Estados Unidos, se observó que las políticas que reducían el desempleo aumentaban la inflación y viceversa. Este trade-off a corto plazo es una consideración crucial para los responsables de la política monetaria y fiscal.

 

Considerar estos principios económicos es esencial para tomar decisiones informadas, asignar recursos de manera eficiente, formular políticas efectivas, comprender fenómenos económicos, analizar críticamente las teorías y adaptarse a los cambios y desafíos del mundo actual. Estos principios son la base de lo que implica ser una economía funcional y próspera, y por ello su estudio y aplicación son vitales para el progreso económico y social. Este conocimiento es esencial para navegar en el complejo sistema económico en el que operan las empresas y los gobiernos, debiendo así observarse la teoría económica, como una caja de herramientas y no un conjunto de verdades o dogmas universales, que pueden resolver de manera única y mágica todos los problemas sociales, económicos y políticos, pues no se puede pasar por alto que cada teoría y cada concepto económico es útil y ha sido desarrollado para analizar el problema y el contexto histórico en el que fue concebido (Comín, 2014).


Notas.


[1] Los "trade-offs" son situaciones en las que, para obtener algo que se desea, se debe renunciar a otra cosa. En términos económicos, los trade-offs representan las decisiones que deben tomarse debido a la escasez de recursos. Siempre que se elige una alternativa, se está sacrificando la oportunidad de elegir otra, lo que refleja la naturaleza limitada de los recursos disponibles.


Referencias.

  1. Comín, F. (2014). Historia económica mundial. De los origenes a la actualidad. Madrid: Alianza Editorial S.A.

  2. Deaton, A. (Marzo de 2024). Questioning one’s views as circumstances evolve can be a good thing. Obtenido de Finance & Development. International Monetary Fund: https://www.imf.org/en/Publications/fandd/issues/2024/03/Symposium-Rethinking-Economics-Angus-Deaton

  3. Fisher, S., Dornbusch, R., & Schmalensee, R. (1992). Economia. México: MacGraw Hill.

  4. Mankiw, N. (2012). Principios de economía. México: Cengage Learning Editores.

  5. Parkin, M. (2018). Economía. México: Pearson Education.

  6. Vargas Sánchez, G. (2006). Introducción a la teoría economica. Un enfoque latinoamericano. México: Pearson Education.

 

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