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¿Tradición o Transformación?

  • Erich Martinez
  • 20 may 2024
  • 9 Min. de lectura

Actualizado: 23 jul 2024

Cómo la innovación redefine el éxito empresarial


En un mundo empresarial que evoluciona constantemente, muchas organizaciones se enorgullecen de su legado y sus métodos tradicionales. Sin embargo, adherirse rígidamente a algunos principios como el de "siempre lo hemos hecho de esta manera", puede representar más un riesgo que una garantía de éxito continuo.

 

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La transformación no es simplemente una opción; en muchos casos, es una elección inaplazable y una necesidad imperiosa para mantenerse relevante y competitivo. Esto nos lleva a otra pregunta clave: ¿Es suficiente la experiencia prolongada para mantener una posición de liderazgo en el mercado?

 

Como lo sugiere Jim Collins (2021), el hecho de haber centrado los esfuerzos en una actividad durante años, o incluso décadas, no garantiza la excelencia, ya que "La grandeza no es una función del tiempo, sino también de la voluntad y la innovación inteligente". Bajo este enfoque se resalta que, aunque la experiencia es invaluable, no puede ser el único pilar sobre el que se sustente una empresa, pues entender e implementar un proceso de transformación basado en la innovación, no solo ofrece una vía para adaptarse a las nuevas demandas del mercado, sino también para superar a la competencia. En este contexto, las empresas deben fomentar una cultura que valore tanto la tradición como la adaptabilidad, promoviendo un equilibrio entre preservar su identidad y explorar nuevas oportunidades. Las organizaciones que logran esta condición no solo sobreviven en entornos cambiantes, sino que prosperan, marcando el camino hacia el futuro con visión y decisión. Por lo tanto, los procesos de transformación e innovación se convierten no solo en uno de los elementos clave de evolución y sostenibilidad empresarial, sino también, en un verdadero diferenciador estratégico, que promueve el éxito, el crecimiento, el desarrollo y la continuidad en cualquier campo, especialmente en el empresarial.

 

A continuación, se desglosa y amplía el significado de cada componente de la afirmación citada: "La grandeza no es una función del tiempo, sino también de la voluntad y la innovación inteligente", ya que, a título personal, se considera que guarda una estrecha relación no solo con el planteamiento de la necesidad de conocer y entender los principios y fundamentos de la teoría administrativa, sino también la necesidad de adelantar procesos de transformación empresarial basados en la innovación:

 

a. La grandeza no es una función del tiempo. Tradicionalmente, se podría pensar que cuanto más tiempo una organización ha estado en funcionamiento, más exitosa o mejor será. Sin embargo, esta parte de la frase desafía esa noción, sugiriendo que simplemente existir durante mucho tiempo no garantiza el éxito o la superioridad. Hay numerosos ejemplos de empresas nuevas que han revolucionado industrias y de empresas establecidas que han fallado por no adaptarse a los cambios del mercado.

 

b. Sino también de la voluntad. La voluntad aquí se refiere a la determinación y el compromiso de una organización o individuo para perseguir metas ambiciosas y hacer los esfuerzos necesarios para alcanzar la excelencia. Esto implica una cultura de perseverancia, ambición, pero sobre todo de disposición para enfrentar desafíos difíciles. La voluntad es crucial porque motiva la acción y empuja a superar obstáculos que de otra manera podrían parecer insuperables.

 

c. Y la innovación inteligente. La innovación inteligente no se trata solo de crear algo nuevo, sino de hacerlo de manera que sea realmente útil y efectiva. Esto implica la introducción de cambios o ideas que no solo son originales, sino que están bien pensados y adaptados a las necesidades del mercado o de la sociedad, donde se pone de manifiesto la creatividad y practicidad, pues no solo se trata de innovar por innovar, sino de hacerlo de manera estratégica y relevante.

 

En suma, la verdadera excelencia y grandeza provienen no solo de cuánto tiempo se ha estado haciendo algo, sino de cuánto esfuerzo y pensamiento innovador se pone en el proceso. Este enfoque desafía a empresas y líderes a centrarse no solo en la longevidad, sino a prestar mucha más atención en la calidad de sus acciones y estrategias. La voluntad de adaptarse y la capacidad de innovar de manera relevante y eficaz, son las verdaderas medidas de la grandeza en el mundo moderno.

 

Innovación vs. Tradición.

 

En el marco de este dilema, la innovación no implica descartar todo lo tradicional, sino integrar nuevas ideas y tecnologías que complementen y mejoren los métodos existentes. Empresas que históricamente han liderado sus industrias están reinventando sus operaciones; por ejemplo, compañías de manufactura que incorporan IA para mejorar la calidad del producto y optimizar la cadena de suministro. ¿Qué beneficios trae esto?:

 

a. Adaptabilidad. Permite responder rápidamente a cambios inesperados del mercado, lo que es crucial en un entorno empresarial dinámico y competitivo. La capacidad de ajustarse rápidamente a nuevas demandas y condiciones del mercado puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso.

 

b. Captura de nuevos mercados. Abre puertas a nuevas oportunidades comerciales y segmentos de clientes. Al incorporar tecnologías innovadoras, las empresas pueden desarrollar productos y servicios que atiendan necesidades no satisfechas, expandiendo así su base de clientes y aumentando su participación en el mercado.

 

c. Atracción de talento. Los mejores profesionales gravitan hacia empresas que valoran la innovación y el desarrollo. Trabajar en un entorno que promueve la creatividad y el uso de tecnologías de vanguardia resulta atractivo para los talentos más cualificados, lo que a su vez mejora el capital humano de la empresa y su capacidad para innovar.

 

d. Eficiencia operativa. La integración de tecnologías avanzadas, como la inteligencia artificial y la automatización, puede optimizar procesos internos, reducir costos operativos y aumentar la productividad. Esto no solo mejora la rentabilidad, sino que también permite a las empresas ofrecer productos de mayor calidad a precios competitivos.

 

e. Mejora continua. La innovación constante fomenta una cultura de mejora continua dentro de la organización. Al adoptar nuevas tecnologías y enfoques, las empresas pueden implementar mejoras incrementales que, con el tiempo, se traducen en significativas ventajas competitivas.

 

f. Sostenibilidad. La incorporación de tecnologías avanzadas también puede contribuir a prácticas más sostenibles y responsables con el medio ambiente. Por ejemplo, el uso de IA y otras tecnologías puede optimizar el uso de recursos, reducir el desperdicio y minimizar el impacto ambiental de las operaciones de la empresa.

 

La capacidad de innovar puede ser más crucial que décadas de experiencia en un campo, pues las empresas que desafían el statu quo y buscan constantemente mejorar no solo sobreviven, sino que prosperan. La tan citada frase de Steve Jobs es un buen ejemplo y argumento para lo que se ha planteado: “la innovación es la habilidad para cambiar y ver al cambio como una oportunidad en lugar de una amenaza”, pues expresa justamente el sentido y el objetivo que se le debe dar a la innovación.

 

Si bien la longevidad o la tradición en una actividad específica no garantizan automáticamente el éxito empresarial, como se ha dicho, también es importante considerar otro aspecto de las culturas organizacionales en las que predomina el enfoque: "siempre se ha hecho de esa manera", lo cual es un llamado a:

 

a. Cuestionar la complacencia: Sugiere que las empresas no deben asumir que solo porque han estado haciendo algo durante mucho tiempo, están haciéndolo de la mejor manera posible. La complacencia puede ser peligrosa para el progreso y el éxito a largo plazo.

 

b. Enfocarse en la mejora continua: Destaca la importancia de la mejora continua y la innovación en el mundo empresarial. Solo porque una empresa haya sido líder en su campo durante años no significa que no haya espacio para mejorar y evolucionar en sus actividades, en sus procesos.

 

c. Desafiar a la mentalidad del statu quo. Solo porque una práctica haya sido la norma durante décadas no significa que sea la mejor opción. Las empresas deben estar dispuestas a cuestionar y adaptarse a medida que cambian las condiciones del mercado y las demandas de los clientes.

 

d. Buscar la excelencia sostenida: Reconoce que la excelencia empresarial no se logra simplemente manteniendo el curso, sino que requiere un compromiso constante con la mejora y la adaptación a medida que cambian las circunstancias.

 

Con base en lo anterior, lo mejor a criterio propio que podría suceder al interior de una empresa, es que, a todos los niveles de la organización, se cree la cultura del desafío a la complacencia, buscando constantemente la forma de mejorar y evolucionar en las actividades y procesos, incluso en áreas donde hay una larga tradición e historia de éxito. A este respecto vale la pena considerar lo planteado por (Kettering, 1961), quien señala lo siguiente:

 

"The ancients followed the “quest for certainty.” But now we know that nothing stays definite and fixed, that the only certainty is change. That is why my favorite definition of research in industry is simply this: “Trying to find out what you are going to do when you can’t keep on doing what you’re doing now.” A principal function of research is thus to study the future, its possibilities, and its problems". (Kettering, 1961)

 

Kettering señala que, si bien los antiguos se mantenían en la búsqueda de la certidumbre, lo que queda claro ahora es que sabemos que nada es definitivo ni permanece fijo y que por lo tanto la única certidumbre es el cambio. Es por esto que, en el marco de su ejercicio de inventor, ingeniero y empresario, considero que la mejor definición de investigación en la industria es: Intentar averiguar qué hacer cuando no puedas seguir haciendo lo que estás haciendo ahora. En este sentido la función principal de la investigación empresarial ha de centrarse en el futuro, sus posibilidades y sus problemas. Dicho esto, en el contexto de la teoría de la administración su aplicación estaría dada por los siguientes enfoques:

 

a. Industria y Negocios: En el contexto industrial y empresarial, esta interpretación sugiere que las empresas deben invertir en investigación y desarrollo (I+D) para mantenerse competitivas, pues la adaptabilidad y la capacidad de innovar son esenciales para responder a las dinámicas cambiantes del mercado y las tecnologías emergentes.

 

b.  Ciencia y Tecnología: En ciencia y tecnología, la investigación no solo busca entender el presente sino también anticipar futuros desafíos y oportunidades, ya que esto permite un progreso continuo y una adaptación eficiente a nuevos descubrimientos y avances.

 

c.  Gestión y Estrategia: Para los líderes y gerentes, esta perspectiva enfatiza la importancia de estar siempre preparados para el cambio, por lo tanto la planificación estratégica debe incluir una comprensión profunda de las tendencias futuras y la flexibilidad para ajustar las operaciones y estrategias según las cambiantes condiciones del entono.

 

En suma, para que las empresas prosperen en el entorno actual de constante cambio, deben adoptar una mentalidad flexible y adaptativa, enfocándose en la investigación y el desarrollo para descubrir qué hacer cuando no puedan seguir operando de la misma manera. Reconocer que "la única certidumbre es el cambio" invita a los líderes empresariales a ver la incertidumbre como una oportunidad para innovar y mejorar continuamente. Desarrollar la capacidad de anticipar y adaptarse proactivamente al cambio será esencial no solo para sobrevivir, sino también para liderar en el mercado, impulsando la innovación y asegurando un desarrollo sostenible y competitivo.


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